El caldo de huesos es conocido por sus propiedades nutritivas: es rico en colágeno, minerales y aminoácidos esenciales que pueden contribuir al bienestar del organismo, apoyar la salud intestinal, reforzar el sistema inmune y favorecer la recuperación. Es, por tanto, un aliado perfecto en situaciones donde el cuerpo necesita un apoyo extra.
Aunque nuestro proceso asegura un producto seguro, queremos ser completamente transparentes:
- Caldo envasado en plástico: Lo enfriamos antes de envasarlo, a pesar de que utilizamos plásticos libres de bisfenoles y otras sustancias nocivas. Esto es porque preferimos evitar cualquier posibilidad, por pequeña que sea, de migración de sustancias.
- Caldo envasado en cristal: Lo envasamos en caliente y lo enfriamos rápidamente, lo que permite que el producto se conserve hasta un mes en frío. Este método no implica pasteurización, pero sí asegura la eliminación de patógenos durante la cocción.
Si buscas un extra de tranquilidad, una vez abierto, simplemente puedes darle un hervor rápido antes de consumirlo. Esto elimina cualquier posible patógeno que pudiera haber surgido en el proceso de envasado.
La pasteurización, un método utilizado para extender la vida útil de los alimentos, asegura aún más la seguridad alimentaria, pero puede alterar los beneficios de algunos componentes naturales. En nuestro caso, priorizamos ofrecer un producto fresco y nutritivo, manteniendo un equilibrio entre seguridad y calidad.
En resumen, nuestro caldo no solo es seguro para mujeres embarazadas, personas con patologías graves o en tratamientos como la quimioterapia, sino que también puede ser de gran ayuda gracias a sus múltiples beneficios para la salud. Si deseas mayor seguridad, recalentar brevemente antes de consumir será suficiente para disfrutarlo con total tranquilidad y aprovechar todas sus propiedades.