No me gusta depender de nadie ni de nada, L I T E R A L, tal cual como suena. Puede no tener relevancia para ti, ni lo pretendo, pero para mí es importante y te contaré mi experiencia.

Como te digo no me gusta depender de nadie ni de nada. ¿Qué me lleva a explicarte esto? Pues referente a la alimentación, no me gusta sentirme atada a ningún alimento, no me gusta sentirme ansiosa ni dependiente de ninguna bebida.

 

Conseguí en mis años de alimentación alta en grasas y baja en carbohidratos eliminar mis antojos locos de consumir pan, cereales y alguna que otra porquería ? también eliminé mi ansia por comer a todas horas del día. Este fue un gran logro. Y aquí ya pensaba yo que no tenía ninguna dependencia más. Pero no fue así, te cuento.

 

ENGANCHADÍSIMA A MI CAFÉ

Un día me sorprendí a mí misma, fui a hacerme mi café como cada día, y… ¡Ostias! ¡Se había acabado! Me entró una mala leche que ni te cuento. Mi café ecológico tan delicioso, que huele tan bien, que me transporta no sé dónde, y que me flipaaaaaaa… se había acabado. A partir de ese día nunca me faltó café, siempre tenía dos paquetes en la despensa, ¡no fuera a faltarme otra vez café en mi vida, por favor!

No quería pensarlo, pero lo pensaba, y no quería pensarlo y lo volvía a pensar. Mi café me recordaba a cuando fumaba, siempre tenía que tener tabaco en casa por si las moscas, si no podía entrarme algo, o era capaz de cualquier cosa. De esto me daba cuenta, aunque no quería verlo o no quería admitirlo, pero así era. Estaba enganchadísima a mi café. No podía pasar día sin tomarlo, si eran las 11 de la mañana y todavía no había tomado mi café, parecía que me estaba muriendo, arrastrándome por la vida, no por falta de energía, no, sino por mono. Y esto, esto no me gustaba.

 

 

desenganchar cafe

 

 

Como te decía, no me gusta depender de nadie ni de nada. Creo que cuando algo te crea dependencia no es sano, al menos para mí.

Joder, había leído muchísimo en mi “tesis doctoral” (por así decirlo) del caldo de huesos, las bondades de beberlo en ayunas por la mañana substituyendo el café. He de reconocer, que sí, que lo entendía, que sí, que sabía que el café me hacía dependiente y que no me gustaba esta sensación, y que sí, que sabía las bondades del caldo de huesos (faltaría más ?), pero me resistía a beberlo en ayunas en vez de mi preciado y querido café.

 

Pero soy tauro, ascendiente tauro. Soy bastante tozuda, y cuando se me pone algo en la cabeza… Pues esto, que dejé de beber café. Pensé, beberás café solo de vez en cuando, cuando salgas, cuando sea fin de semana, cuando sea algún día especial, pero no por norma a diario. Y así lo hice, hasta que me di cuenta de que contaba los días para tomarlo: “ya somos jueves, ya solo dos días y me beberé mi café” de este rollo iba ya? en fin que a los pocos días ya estaba yo otra vez pegadita a mi café.

Finalmente, me puse firme conmigo misma, y retomé la situación y empecé de nuevo con mi caldo matutino, ¿y sabes qué? Que no puedo estar más feliz. No me siento ansiosa ya por el café, se acabó, bye bye mono o más bien gorila del café jajajajaja ¡Se acabó! 

 

caldo de huesos cafe

 

Y lo mejor de todo, siento que me nutro con mi caldo, que hago con tanto amor, que sé que beneficia a tantas y tantas personas, y que sí, ¡que es buenísimo! Y empezar mi día con el caldo, pues por ahora me chifla, me reconforta, me hace sentir poderosa, me hace sentir que me amo, me hace sentir que estoy en el camino que quiero estar yo, Y SOLO YO. Por qué sé que me vais a leer much@s amantes del café como yo lo era, y se me vais a tirar encima, y no pretendo que abandones el café, no. No, ni de coña, solo te cuento mi historia, por si te apetece leerme y te inspiro en algo o para distraerte o para darte alguna idea. No para que dejes tu querido café si no quieres o si no se te ha pasado por la cabeza.

 

¿Qué me ha cambiado?

  • Lo primero de todo, y como te he repetido en este escrito, es el mono, la dependencia, esta ha desaparecido.
  • Mi manera de ir al baño ha cambiado. Soy de levantarme y al poco rato voy al baño, y voy bien, las heces son correctas, pero después de beber el café cagaba superdeshecho y varias veces, esto ha cambiado, ya se acabaron mis heces blandas y deshechas, ahora son enteras y firmes ? y las justas.
  • Mi estómago se siente mucho mejor, antes, con el café a veces se me hinchaba y lo sentía dolorido.
  • Ya no me tiemblan las manos a lo largo de la mañana. Soy supersensible y la cafeína también producía este efecto en mí.

 

Hasta aquí mi relación de amor – dependencia del café ? 

¡Salud! 

Mercè

0
Abrir chat
1
Escanea el código
WhatsApp Caldo Santapaciencia
Hola, Soy Mercè
¿En qué puedo ayudarte?